Derivación del Ventrículo Peritoneal (DVP)

derivación ventrículo-peritoneal

La derivación ventrículo-peritoneal (DVP) es un dispositivo usado para aliviar la presión del cerebro causada por la acumulación de líquido. La DVP es un procedimiento quirúrgico usado principalmente para tratar una condición llamada hidrocefalia, que ocurre cuando el exceso de líquido cefalorraquídeo (LCR) se acumula en los ventrículos del cerebro.

El LCR actúa como un amortiguador para el cerebro y lo protege contra las lesiones en el interior del cráneo. El líquido actúa como un sistema de distribución de nutrientes necesarios para el cerebro y también recolecta los residuos para descarte. Generalmente, el LCR fluye a través de estos ventrículos hasta la base del cerebro.

El fluido entonces baña el cerebro y la médula espinal antes de ser reabsorbido en la sangre. Cuando este flujo normal es interrumpido, la acumulación excesiva del fluido puede crear una presión peligrosa en los tejidos cerebrales, que puede dañar el cerebro. La DVP se coloca quirúrgicamente dentro de los ventrículos del cerebro para desviar el fluido del cerebro y restaurar el flujo y la absorción normal del LCR.

Causas

Las personas de cualquier edad pueden desarrollar hidrocefalia y así necesitar una derivación ventrículo-peritoneal. Sin embargo, es más probable que se produzca hidrocefalia en bebés y ancianos. El Instituto Nacional de Distúrbios Neurológicos e Infartos Cerebrais (NINDS – National Institute for Neurological Disorders and Stroke) de Estados Unidos estima que uno de cada 500 niños sufre de hidrocefalia.

El exceso de líquido puede acumularse alrededor del cerebro por diversos motivos, entre ellos:

  • sobreproducción de LCR;
  • absorción deficiente de LCR por los vasos sanguíneos;
  • bloqueos que impiden que el líquido fluya por todo el cerebro;

Puede ser realizada por:

  1. Cateter intraventricular;
  2. Transductores Intraparenquimatosos;
  3. Monitoreo Subaracnoide;

Ventajas:

  • Reproducir mejor la presión de la caja craneal;
  • Drenaje terapéutico del LCR;
  • Obtiene registros continuos de la PIC;
  • Acceso a la administración intraventricular de medicamentos, instilación de aire o control de la ventriculografía;
  • Drena la sangre del ventrículo.

Desventajas:

  • Dificultades en la canulización del ventrículo;
  • Riesgo de infección es máximo;
  • Sangrado;
  • Obstrucción de los sistemas por sangre o tejidos cerebrales;
  • Riesgo de HIC iatrogencia, por la conexión inadecuada de un equipo de suero en el sistema;
  • Riesgo de movilidad inquirida del paciente que puede modificar los niveles de drenaje.

Procedimiento

La colocación de la derivación ventrículo-peritoneal se realiza bajo anestesia general. El paciente estará durmiendo durante la cirugía y no sentirá ningún dolor. El procedimiento completo tarda unos 90 minutos.

El pelo detrás de la oreja será raspado en preparación para la derivación, ya que esa es la región donde se insertar los catéteres. Los catéteres son tubos finos y flexibles que se utilizar para drenar el exceso de líquido. El cirujano hará una pequeña incisión detrás de la oreja y también perforará un pequeño orificio en el cráneo. Un catéter se inserta en el cerebro a través de esa abertura. El otro catéter es subcutáneo, es decir, se coloca debajo de la piel, detrás de la oreja. Este tubo descenderá hasta el pecho y el abdomen, permitiendo que el exceso de LCR sea drenado en la cavidad abdominal, donde será absorbido. El cirujano colocará una pequeña bomba en ambos catéteres y la colocará bajo la piel, detrás de la oreja. La bomba se activará automáticamente para retirar el líquido cuando la presión en el cráneo aumenta. La bomba, también llamada válvula, puede ser programada para ser activada cuando el líquido aumenta hasta un volumen predeterminado.

Recuperación

La recuperación de un procedimiento de DVP tarda de tres a cuatro días. La mayoría de los pacientes pueden dejar el hospital en siete días después del procedimiento. De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud (NIH – National Institutes of Health) dos EUA, los niños que reciben la DVP deben permanecer acostados durante 24 horas después de la colocación inicial de la DVP. Después de las primeras 24 horas, pueden sentarse y moverse cuidadosamente.

Durante la hospitalización, la frecuencia cardíaca y la presión arterial se monitorea frecuentemente, y el médico administrará antibióticos de forma preventiva. El médico se asegurará de que la DVP esté funcionando correctamente antes de dar alta.

Tratamiento

Requiere procedimiento quirúrgico, que consiste en la implantación de un sistema valvular que drena el liquor de los ventrículos cerebrales hacia un lugar alternativo del cuerpo.

El Sistema de Derivación Peritoneal presenta tres partes:

  1. Un catéter ventricular;
  2. Un depósito y una válvula para controlar el flujo del LDR;
  3. Un catéter distal que se introducirá por vía subcutánea en la regial peritoneal;

Posibles Complicaciones

– DESPUÉS DE COLOCACIÓN DE DVP

  1. Extrusión del catéter por la piel;
  2. Fístulas liqutivas y perforación de vísceras;
  3. Subdrenagem:
    3.1 Desconexión, rotura u obstrucción del sistema de derivación;
  4. Sobre el drenaje:
    4.1 El resultado del efecto-sifón, generado por los cambios de posición del paciente, llevando al colapso ventricular ya la formación de hematomas IC.
  5. Ascitis;
  6. Peritonitis causada por infección;
  7. Migración de la punta del catéter al escroto causando hidrocele.

Asistencia de Enfermería en uso de DVP (y en casos específicos pediátricos)

– Cuidados de enfermería en el preoperatorio:

(Prescripción de enfermería y resultado esperado)

    1. Observar y registrar signos de irritabilidad, letargo o actividad convulsiva.
      * Indica Patología avanzada.
    2. Palpar las fontanelas y líneas de sutura en cuanto al tamaño, señales de abombamiento, tensión y separación.
      * Evaluar la evolución de la hidrocefalia.
    3. Medir diariamente el perímetro cefálico y pesar al niño.
      * Evaluar la evolución de la hidrocefalia.
    4. Comprobar y registrar signos vitales
      * Ver la evolución y la estabilidad del cuadro.
    5. Evitar la alimentación antes o después de la manipulación del niño.
      * Puede precipitar episodios de vómitos.
    6. Observar y registrar la aceptación de la dieta.
      * Evitar la desnutrición.
    7. Orientar el ayuno de 6 horas antes de la cirugía.
      * Evitar complicaciones durante la cirugía.
    8. Apoyar la cabeza del niño al moverlo.
      * Evitar tensión extra sobre el cuello.
    9. Promover cambio de decúbito cada 2 horas.
      * Evitar neumopatía hipostática y úlcera de decúbito.
    10. Observar y registrar la entrada y salida de líquidos.
      * Evaluar retención neta.
    11. Observar y registrar características de las eliminaciones intestinales.
      * Evitar el posible estreñimiento y / o distensión abdominal.
    12. Establecer medidas de higiene general y cuidado de la piel.
      * Prevenir las úlceras por presión.
    13. Alentar la participación de los padres en el cuidado.
      * Integración afectiva entre padres e hijos.
    14. Ofrecer apoyo emocional y explicar los procedimientos a los padres. demostrar voluntad y disposición de escuchar las preocupaciones de los padres.
      * Amenizar la ansiedad.
    15. Identificar signos y síntomas del subdranaje (son los mismos que el aumento de la PIC):
      * Náuseas, vómito;
      * Apnea, bradicardia e irritabilidad;
      * Convulsiones;
      * Fontanela tensa y protuberante, ingurgitación de las venas del cuero cabelludo;
      * Edema en el trayecto de los catéteres, debido desconexión y extravasación de LCR del sistema de derivación;
      * Sensibilidad a la luz y otros trastornos visuales;
    16. Medir y evaluar perímetro cefálico diariamente;
    17. Realizar curativo diario en el sitio de inserción del catéter;
    18. Orientar a los padres sobre cómo tratar con el niño hidrocéfalo o el niño con el catéter implantado funcionante.

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