El Aneurisma Cerebral es una dilatación anormal de una de las arterias cerebrales, casi siempre de una localizada en el Polígono de Willis, debido al debilitamiento local de su pared. En general, tiene su origen asociado al uso del tabaco, infecciones y trauma; siendo algunos casos de origen congénito. Si el aneurisma se rompe, entonces ocurre hemorragia para el espacio que está alrededor del vaso (espacio subaracnoideo) conocido por hemorragia subaracnoidea.
Este sangrado “irrita” las arterias y puede causar varios “estrangulamientos vasculares”, conocidos por vasoespasmos, que es una situación grave, pudiendo acometer al paciente a quedarse sin riego en un sector del cerebro. Esto provoca hinchazón cerebral, falta de circulación y hasta la muerte.
El tamaño de un aneurisma cerebral es variable, pudiendo medir tanto pocos milímetros (hasta 1 cm) como ser de tamaño mediano (hasta 2 cm). Aún pueden ser mayores (grandes o gigantes), alcanzando varios centímetros de diámetro.
Posee diversos formatos, generalmente saculares, siendo irregulares o fusiformes. Se considera muy peligroso, pues, al romperse dentro de la cabeza (interior del cráneo), debido a su estructura inelástica, produce una lesión al encéfalo y un aumento de la presión intracraneal. Esto provoca las estructuras del cerebro que son responsables de la vitalidad y las hace comprimidas, llevando al paciente a la muerte por parada respiratoria.
Se estima que hasta el 5% de la población mundial tiene al menos un aneurisma cerebral, siendo que en el 20% de ellos, el paciente posee dos o más aneurismas al mismo tiempo.
¿Cuáles son sus tipos?
- Aneurismas saculares: formados por la existencia de defecto congénito en la pared de los vasos asociados a los factores que causan el aneurisma, como por ejemplo la elevación de la presión arterial.
- Aneurismas fusiformes: son consecuencia de la deposición de grasa y calcio en la pared de los vasos o de aneurismas micóticos que están relacionados a cuadros infecciosos.
¿Cuáles son sus causas?
Su causa es cuando hay una región debilitada en la pared de un vaso sanguíneo. Un aneurisma puede estar presente desde el nacimiento (congénito) o puede desarrollarse más tarde, como después de que un vaso sanguíneo se lesiona. Entre las principales causas están:
- Predisposición familiar: el 15% de los portadores de aneurisma pertenecen a una familia en la que la incidencia de la enfermedad es mayor.
- Hipertensión arterial: alta presión facilita el desarrollo y la ruptura de los aneurismas.
- Dislipidemia: aumento de los niveles de colesterol y triglicéridos.
- La diabetes.
- Cigarrillo.
- Consumo de alcohol.
Los Síntomas
El paciente con aneurisma cerebral puede ser asintomático, en este caso, sólo es posible identificar la enfermedad cuando el individuo pasa por la resonancia magnética o la tomografía computarizada debido a otras causas.
Cuando hay síntomas, significa que están empujando las estructuras cercanas al cerebro o que el aneurisma puede romperse, causando el sangrado en el cerebro. Los síntomas dependerá de la ubicación del aneurisma y pueden ser:
- Visión doble;
- Pérdida de la visión;
- Dolor de cabeza;
- Dolor en los ojos;
- Dolor en el cuello;
- Cuello rígido;
- Náuseas y vómitos;
- Pérdida de conciencia;
- Confusión mental;
- Fotofobia;
- Convulsiones;
- Somnolencia o estupor;
- Caída del párpado;
- Debilidad muscular o dificultad de movilidad de cualquier parte del cuerpo;
- Dormir o disminuir la sensibilidad de cualquier parte del cuerpo;
- Habla perjudicada;
- Si un dolor de cabeza es fuerte y repentino, puede ser la señal de que un aneurisma se rompió.
Los Cuidados de Enfermería
Post Operatorio – Embolización:
- Si es paciente inestable, realizar una evaluación neurológica cada hora o intervalos más pequeños. En caso de estar estable, realizar una evaluación neurológica una vez por turno.
- Atender al nivel de conciencia y siempre comparar con la evaluación anterior;
- Atender a las complicaciones de las enfermedades cerebrovasculares y atenderlas rápidamente;
- Cualquier cambio en el perfil neurológico del paciente debe ser comunicado inmediatamente al médico responsable;
- Mantener la cabecera elevada en 30º;
- Mantener al paciente en un ambiente tranquilo y silencioso, y orientar a la familia a proceder de la misma forma durante los horarios de visita;
- El paciente deberá mantener la dieta laxante para evitar el esfuerzo físico para evacuar y posible desencadenamiento de un sangrado por ruptura del aneurisma, estar atento a la frecuencia de las evacuaciones.
- Reposo absoluto en el lecho;
- Control estricto de la presión arterial (PAS debe estar entre 120 a 140 mmHg y PAD entre 80 a 100 mmHg);
- Estar atento a las convulsiones y alteraciones del cuadro clínico;
Post Operatorio – Clipagem:
- Realizar el examen neurológico cada hora en las primeras seis horas del POI;
- Realizar un balance hídrico riguroso;
- Mantener la cabeza del paciente con la alineación cefalo-caudal, se pueden utilizar amortiguadores para mantener la posición;
- Después de la neurocirugía mantener la oxigenación adecuada, evitar las aspiraciones traqueales prolongadas, controlar la sedación, examinar pupilar cada hora, aplicar escala de coma de Glasgow (para pacientes sin sedación), escala de Ramsay o SAS (para pacientes con sedación), observar signos de complicaciones.
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